Los 10 mandamientos del perfecto casero
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Como ya hemos comentado desde Stil Mediterrani, administrador de Fincas en Xirivella, el alquiler de un piso es la mejor forma de rentabilizar la vivienda que tenemos desocupada. No obstante, y a pesar de que el negocio tiene que ser lucrativo para nosotros, no podemos excedernos en nuestros límites y explotar a los inquilinos. Al contrario, se debe establecer una buena relación con él donde fluya cierta confianza, sólo así esta actividad se llevará a buen puerto.
Lo ideal es que nuestro piso sea rentable y además seamos unos excelentes caseros. ¿Cómo conseguir el perfecto equilibrio? Pues el blog de Fotocasa nos facilita 10 «mandamientos» que todo buen casero ha de cumplir:
1. Huir de cláusulas abusivas. Un buen casero debe asumir ciertos riesgos y alguna responsabilidad a la hora de alquilar, como por ejemplo contratar un seguro. Si no se está dispuesto a ceder en esto lo mejor es no alquilar porque de lo contrario podríamos aprovecharnos del inquilino estableciendo cláusulas en su contrato de alquiler, que le resulten inasumibles.
2. Garantías de pago. No debemos ser abusivos en nuestro contrato de alquiler, pero tampoco ingenuos, debemos tener garantías sobre los pagos mensuales. Exije una fianza que corresponda a una mensualidad de la renta y cubre tus espaldas. También se puede recurrir a garantías adicionales como un fiador o aval bancario. Además de contratar un seguro de alquiler y revisar el Fichero de Inquilinos Morosos para evitar riesgos de esta índole.
3. Piso en perfecto estado. El piso se tiene que entregar en condiciones habitales, es decir, que esté aseado, limpio y pintado. Aunque no es un aspecto obligatorio facilitará al inquilino la decisión de alquilar y le demostrará que eres un casero cuidado, que se preocupa por él. Asimismo, establece en el contrato de alquiler que el inquilino deberá dejar el piso tal y como lo encontró.
4. Prohibido entrar en la vivienda. Este es un punto que sucede a veces y que causa mucho resquemor entre casero e inquilino. El piso una vez alquilado pertenece al inquilino por el tiempo pactado en el contrato, los derechos de uso y disfrute del inmueble le pertenecen por eso estará terminantemente prohibido acceder a la vivienda arrendada, sin excusas, ni excepciones. Suceda, lo que suceda no se puede entrar en el piso. Incluso, aunque estemos ante una situación de impago de la renta del alquiler.
5. Gastos. En la firma del contrato estableceremos qué gastos asumirán los inquilinos, normalmente son los suministros y el arrendador se encarga del IBI y gastos de comunidad. No obstante, este punto es negociable, todo dependerá de nuestro contrato de alquiler.
6. Fianza. La fianza del piso ha de ser depositada en el organismo correspondiente de la comunidad, no en las arcas del casero. Una vez que se ha acabado el contrato, el casero tiene que ordenar la devolución de la fianza al inquilino, siempre y cuando no haya causado desperfectos en la vivienda. Si hubiesen dichos daños, el propietario debe aportar pruebas en el juzgado y será el juez quien dictamine si el casero puede quedarse con la fianza y el porcentaje.
7. Precio de la renta actualizada. Se tiene que actualizar nuestra renta a lo que marque el mercado y no abusar, engañando al inquilino. Para los contratos anteriores a junio de 2013, la ley establece que la actualización de la renta se marca en función del IPC general, a no ser que en el contrato se haya establecido otro sistema. Esto significa que si el IPC sube el alquiler sube, pero si el IPC baja la renta mensual también debe bajar.
8. Pago de desperfectos por antigüedad. El casero debe asumir los arreglos de aquellos bienes que deban ser reparados por antigüedad, objetos de los que se ha hecho un mal uso o aparatos en la vivienda que han dejado de funcionar (ejemplo, la lavadora). Todo esto tiene que pagarlo el arrendador.
9. Abierto a mejoras. El inquilino puede hacer obras en la vivienda siempre y cuando el propietario dé su consentimiento. Si son para mejorar la vivienda la cuantía de éstas podrá ser descontada de la renta del alquiler. Además, el propietario tiene la obligación de permitir obras de adaptabilidad en el interior de la vivienda si el arrendatario, su cónyuge o las personas o familiares que conviven de forma permanente en la vivienda tienen alguna discapacidad o más de 70 años.Eso sí, cuando acabe el contrato el propietario puede exigir que la vivienda quede como estaba.
10. Cuida al inquilino. Siendo amable y comprensivo (no ingenuo) se evitarán muchos problemas con los inquilinos. Hay que intentar llevarse bien y sobre todo actuar como toca; respondiendo ante posibles emergencias o problemas.
Pues estos son los diez mandamientos del buen casero, desde Stil Mediterrani, administrador de fincas en Xirivella, esperamos que os hayan sido de ayuda.