Sigue estos consejos para intentar que el perro de tu vecino deje de ladrar
¡Hola, vecinos! Hoy abordaremos un tema peliagudo para los propietarios y que supone una de las principales causas de conflicto en comunidad: el molesto ladrido de los perros del vecino. Desde Stil Mediterrani, administrador de Fincas en Xirivella, os damos una serie de consejos para que podáis tomar medidas al respecto.
De esta forma, lo primero que tenemos que hacer es hablar con el dueño del animar e intentar llegar a una solución. Si no funciona, tendremos que recurrir a las autoridades para que ellos solventen el problema. Y mientras esperamos podemos probar con silbatos para perro y otros métodos que nos ayuden a mantener al can en silencio.
- Diálogo. Como hemos dicho y tal como aconsejamos en todas las situaciones relacionadas con actividades molestas o prohibidas lo primero que deberemos hacer es hablar con nuestro vecino. Os acercáis a él o le escribís una nota para concertar una hora en la que podáis conversar sobre el tema. El tono siempre debe ser respetuoso y cordial, pero también firme. Eso sí, evitad amenazarle con medidas legales porque queréis llevároslo a vuestro terreno, no enemistaros con él y agravar el problema. Lo principal es encontrar cuanto antes una solución. Explicadle en qué os afecta el ladrido del sueño (despierta a vuestro bebé u os roba el sueño…). Agradédle su disposición a hablar y ha hacer el esfuerzo de hallar una solución.
- Sugerencias. Puede que vuestro vecino sea consciente del tema pero no sepa cómo encontrar una solución para que su perro deje de ladrar.Podéis ayudarle a encontrar un remedio. Debéis saber que:
– A veces los perros ladran por aburrimiento (pastores alemanes, terriers, dóberman o rottweiler, sobre todo). Podéis sugerirle que lo saque más, que lo ejerciten, este tipo de animal necesita salir al exterior con frecuencia.
– A veces son perros nerviosos que ladran a todo aquel que tienen por delante. Sugerirle escuelas de adiestramiento que le ayuden a obedecer a sus amos.
– A veces ladran cuando tienen frío o calor. El dueño deberá observar si los ladridos son consecuencia de esto y si es así deberá hallar una solución como protegerlo del frío o del calor.
- Respaldo de los vecinos. Si vuestro vecino os ignora y no hace cambios tras hablar con él, podéis recurrir a otros propietarios a los que también moleste el ladrido del perro. Entre todos podéis forzarle a tomar medidas. Podéis exigir soluciones en grupo o hacedlo cada uno por separado (así no se sentirá atacado).
No obstante, si todo lo anterior no funciona… ¡Deberéis acudir a las autoridades!
- Leyes anti ladrido. Lo primero que deberéis hacer es consultar las leyes anti ladrido de vuestra ciudad. En Google podéis encontrar información referente a los códigos, las normas o la legislación pertinente de vuestra ciudad en cuanto a los perros. Quizá haya una norma en contra de las mascotas revoltosas y los ladridos incesantes por la noche. Averiguad si han habido otros casos en vuestro vecindario y hablad con los implicados para conocer de primera mano cómo les fue.
- Autoridades. Llamad a las autoridades para presentar una queja sobre el ruido que hace el animal de vuestro vecino. Las autoridades hablarán con el dueño del perro y evaluarán la situación. Por lo general, os notificarán el resultado.
– Llama a la oficina de control animal para denunciar un abuso. Si crees que el ladrido se debe a la negligencia u otro tipo de abuso, tienes el derecho de llamar a la oficina de control animal. Si el perro es agredido gravemente, será confiscado del dueño, pero en la mayoría de los casos, el animal no será retirado. Más bien, vendrán para evaluar la situación y tratarán de enseñar a los dueños a cuidar correctamente al perro.
- Tribunales. Podéis demandar al dueño en un tribunal de quejas menores si tras llamar a las autoridades todo sigue igual. El objetivo es demostrar que por su causa no disfrutáis como debierais de vuestra casa. Si ganáis, el dueño del perro tendrá que pagar una pequeña suma de dinero.
Silbatos…
- Usa un silbato silencioso para perros. Los silbatos silenciosos hacen un sonido que los perros pueden oír, pero los humanos no, así que tus vecinos ni siquiera sabrán que lo usas. Cada vez que ladre, sopla el silbato. Podría llevarte varios intentos, pero al final el perro asociará el ladrido con el sonido agudo del silbato y dejará de ladrar.